domingo, 27 de marzo de 2016

Un poco más de Sáenz

Muerte por el tacto (1957)

Jaime Sáenz

Has visto -te has visto- sentado frente a algo pero no has querido verlo porque quisiste palparte y tu cuerpo no había -entre las ráfagas te has visto y no habías- te has palpado y te acordaste de tus sueños pero no querías saber y por eso tu tacto no quería nada y no quisiste palparte para no dejar de creer que todavía no habías.(...)
Todo es movilizado por el tacto desde el principio de los tiempos. El tacto es el mayor milagro porque hace que rueden dos bolitas siendo tan solo una y se confirma lo yerto por el tacto
de qué sirve el tacto si estás tan triste
nadie dice que sin tristeza disfrutarás mucho del tacto 
sino que estarás más ávido
el tacto al servicio de lo que has tenido y podido 
sin que un gesto de olvido te dé la medida del olvido
el tacto al servicio de lo elemental
de modo que nada turbe su uso y beneficio
y tengas al fin algo más concreto que la mirada y la vida.
Se vaporiza el tacto y lo previo y lo sin remedio es mágico.
Yo te digo: te esperaré a través de todos los tiempos. Siempre estaré aquí o allá, estaré siempre tanto en ti como en las cosas
y tú lo sabrás cuando te rodees por la melancolía por el tacto.
Yo estaré siempre: conocerás que estoy, por el tacto; siempre estaré en ti, aunque tú no hayas; porque cuando no hayas, sabrás siempre que no eres.
En la espera del ser, estaré siempre. En ti me quedo yo, confiado, y olvido a mí, y me cierro, y me vierto, y amo  a todo y renuncio a todo. 
Yo me quedo en ti porque así es mágico y porque basta un instante para confirmarme por el tacto.


El poema en realidad es mucho mas largo, tiene tres partes, éste es un fragmento sacado de la tercera parte. 
"Siempre estaré en ti, aunque tú no hayas" éste es el poema que leí en la biblioteca y al terminarlo me sentí muy conmovida.

PS: Honeys (para los que saben de lo que hablo), éste es el fragmento que leí esa tarde para él...

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